-Dime tu nombre.
-Esmeralda.
-Como el color de tus ojos. Corta el mazo de cartas en tres. Bien, el primer montón es la familia y tenemos al rey de bastos. Tu padre ejerce un dominio fortísimo sobre ti.
-Él murió cuando yo era chica, casi ni lo recuerdo.
-Sin embargo aquí está, las cartas no mienten. ¿Acaso nunca sientes una opresión en el pesho, aquí, cuando debes tomar una decisió importante?
-Sí, sí, es cierto.
-Pues bien, es la presencia espiritual de tu padre que se resigna a descansar en paz hasta que madures como él pretende. No se perdona haberte dejado cuando eras tan niña y se ha empecinao a estar junto a ti todo el tiempo que sea necesario. Él guía tu camino y te quiere mushísimo, pero es dominante, pero a la vez te quiere, puedo oirlo. Ten, aquí hay pañuelos de papel.
Veamos la siguiente carta, ajá, el as de copas patas pa´rriba, tu madre está a la diestra del Señor, en plena disha celestial.
-Pero si mi mamá vive.
-Aquí está finita finá, en el Santo Cielo, si no está estará por. Debe estar muy enferma...
-No, si tiene una salud de hierro...
-Te lo ha ocultao hasta ahora. Déjame ver la carta que sigue. Se salva, por suerte, gracias a Dios y a la Virgen se salva y la carta que sigue dice que va a vivir unos cuantos años más, como veinte.
-¿Nada más?
-Hija, no seas pretenciosa, hace dos cartas era banquete de los helmintos. Si quieres que viva más que no coma tantos fritos y dulces a escondidas.
-¡Es cierto eso! El médico se los prohibió pero ella...
-La obesidad es letal.
-Ella es flaca.
-Pero si sigue así va a engordar. Aquí lo veo claramente. Pasemos a tus hijos, dos niñas y un niño.
-Un varón y una mujer tengo.
-Pues aquí sale patente, el 3 de oros, tres soles, tres amores son.
-Pero son solo dos; a menos que cuente aquel aborto espontáneo que tuve al poco tiempo de casarme.
-Lógico. Las personas para las cartas no mueren. Esa niña que no fue la veo claramente de la mano de tu padre. Ten, toma más pañuelillos. El niño es un rebelde que llama la atención del padre y la niña es un modelo de hija.
-Es más bien al revés.
-Sin embargo, una cosa es lo que ellos muestran y otra lo que son en realidad.
-Ah, claro.
-Ambos tendrán un futuro pleno de disha y dinero. Serán profesionales muy reconocidos.
-¿Ah sí?
-Pues sí, él será un gran empresario y ella doctora, que se irá a vivir al exterior. Ten, quédate con los pañuelillos.
-Y de mi marido, ¿qué dice?
-Vayamos a la pila del amor. ¡Ay, mi niña! El caballero de espadas lo dice todo. Te engaña, te engaña. Lo siento, pero debo decírtelo. Te mete uno cuerno así de grandes.
-Lo sabía, lo sabía, ¿quién es ella, quién, quién?
-Se llama... se llama... Sus... Susana.
-¿Susana?
-Mariana.
-¿Mariana?
-Marisa.
-¿Marisa?
-Patricia.
-¡Patricia, la puta esa de su oficina! lo sabía, lo sabía.
-Llora, mi niña que hace bien, llora, llora...
-Dígame que será de mí.
-La tercera pila dice que... dos de bastos, te vas a divorciar. Seis de oros, el juicio de divorcio va a ser largo y costoso. Cuatro de copas, te quedas con la casa.
-Pero si alquilamos...
-Te quedas en casa de mamá un tiempo luego veo una gran casa que llenará tu vida de luz y felicidad. Rey de oros, ¡vamos mujé! el príncipe azú tocará el timbre de tu puerta, siete de oros, tiene pasta, ¡ala, ala y olé!
-¿Y el trabajo?
-Veo una ascenso en el cinco de bastos, te promoverán a un puesto superior en que viajarás por el mundo, veo un viaje pronto que cruza el mar en el as de espadas, Europa, tal vez Madrí.
-Pero yo soy vendedora de Avon.
-Niña, aquí está, que aquí está. Si desconfías de las cartas se te pueden volver en tu contra, debes creer, debes creer. ¡No te resistas al poder de las cartas!
-Claro claro, ¡uy qué lindo, voy a viajar!
-Bien, mi niña, eso es todo por hoy y conectarme con los espíritus de tu padre e hija me ha desvastao. Dosciento.
-Yo también lo siento; mi marido, hijodeputa.
-Que son doscienton peso, hija.
-Ah, sí.
-Gracia, niña, gracia. Ten, toma este frasquillo. Por las noshe, a la hora de cenar le pones en el vino de tu marido tres gotas, ni más ni menos. Una menos no le hará nada y una más lo matará.
-¿Pero para qué son?
-Tú se las pones como yo te digo hasta que se acaben. Luego me llamas y me vuelves a ver.
-Gracias, María, tus poderes son increíbles. Tenían razón mis amigas al recomendarte.
-Adió, niña, adió.
...
Uf, se hizo tarde. ¿Che, Coco, ya empezó Tinelli?
...
(Creer o reventar) Deme un boleto hasta Plaza Miserere.
2 comentarios:
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!
Lo peor es que es tal cual. Una vez fui a una de éstas tarotistas con mi hermana (pa ver cómo era), y a mi hermana le salió prácticamente que todo le iba a ir como el tuje. Y como la tarotista no sabía que somos hermanas, yo le pregunté por mi hermana y dijo que le iba a ir fantásticamente en la vida, jajajaja.
lo peor es que uno no se anima a decirle que es una truchada por temor a que te maldigan y embrujen.
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