Cierto día un hombre de mediana edad se encontraba en su jardín plantando un árbol.
Su hijo lo ve, se acerca y le pregunta cuándo va a dar frutos.
-En 50 años más o menos- le responde el padre.
-Para entonces difícil que puedas disfrutarlo- le dice el hijo-. ¿Por qué lo hacés?
¿Cuál fue la respuesta del padre?
¿Cuál sería la respuesta que vos le darías?
Pensá unos minutos y luego seguí leyendo.
El padre le contestó:
-Hace 50 años otros plantaron árboles de cuyos frutos vos y yo comemos hoy. Justo será que hagamos lo mismo por los que vendrán después de nosotros.
Tal vez esa sea la diferencia entre saquear un país porque no lo sentimos propio (p.ej.: Argentina) y otro donde todos sienten (o creen sentir) un orgullo verdadero de ser parte de un poryecto ancestral que continúa en el presente y que crece hacia el futuro.
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4 comentarios:
Totalmente de acuerdo, pero parece que la gente no se da cuenta de las cosas y sus efectos posteriores...
Es como si importara solo el ahora.
querida T: les envidio sanamente el buen momento político que están viviendo.
te lo dice un argentino saqueado.
Querido BA, estoy de acuerdo con lo del saqueo, pero también parece cierto que los que debemos impedirlo evidentemente no hacemos lo suficiente. La culpa no es (sólo) del chancho...
yo con los chancho no tengo na da que ver: mi religión no me lo permite.
aunque sí, los argentinos estamos hechos de nuestros gobernantes también.
dentro de sus poco felices opiniones políticas, borges dijo aquello que puese en el post, pero referiéndose al funcionario público, y es que al no sentir propio el país (estado), robarle, hacerle trampa no le genera culpa.
yo, evidentemente, no tengo la solución (tal vez, matarlos a todos?):me sumo a la banda que denuncia y les da de comer porque creo que no me queda otra.
tal vez es un virus que no tiene cura, pero así como vino algún día se irá.
sí, tufi, en esta dclaración hago honor a mi nombre.
un abrazo y tenemos que almorzar antes/para fin de año.
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