10/3/09

Misterios blogoslavos I – El origen


El origen o Ursprung del pueblo blogoslavo es, aún en nuestros días, un cúmulo de especulaciones; si se quiere, una incógnita.
Sabemos que su nombre verdadero es intraducible y que si uno le dijera a un sujeto blogoslavo “ey, blogoslavo”, éste no se daría por aludido.

Todos los pueblos eslavos de la Tierra removieron la letra c entre la s y l, de modo que su origen avasallado quedara en el olvido y pudieran crecer y proyectarse hacia un futuro digno.

No es el caso de los blogoslavos.
Hay quienes dicen que el descubrimiento de este vasto pueblo se produjo hace menos de 90 años a orillas de un río (no podemos revelar su nombre) cuando un cazador bastante extraviado de un safari por la sabana africana pisó una trampa para cazar melones (es una variedad agresiva y pedestre del sabroso cucumis mello -al igual que en Australia con ciertas especies animales y vegetales, éste, como otras, son exclusivas de Blogoslavia-) que lo catapultó dentro del agua donde se hubiera ahogado si no hubiera sido por un par de campesinos blogoslavos que pasaban por ahí recolectando melones con las piernas amputadas. Dice el cazador (José Alfredo Martínez de Martillo y la Hoz) en su diario, que al principio, en vez de salvarlo, los blogoslavos se reían de él al imitar sus gritos ahogados “blgslvslgsblbl”. Luego del rescate y a salvo en el campamento blogoslavo, José Alfredo escribió en su diario que no le había sido posible entenderse con los campesinos, él que dominaba cerca de 50 lenguas, 35 dialectos, 76 jergas y el gangoso en casi todos los idiomas de la Tierra. “Lo único en que nos pusimos de acuerdo, recuerda José, fue en la palabra blogoslavo, que ellos repetían a las carcajadas mientras satirizaban mis momentos de ahogo en el Río (…); luego me llevaron con sus jefes, quienes pusieron dos esclavos a mi disposición para que a caballito me hicieran conocer en extenso este maravilloso país. Fueron veinte años lejos de mi patria y los safaris (…).”

De vuelta en su país, José no llegó a publicar su manual de Historia natural blogoslava, pues imitaba pobremente la Historia naturalis de Plinio. A cambio, la dictadura argentina (de secreto origen blogoslavo) le concedió el ministerio de economía que lo haría felíz y tristemente célebre.

Es difícil ubicar a Blogoslavia en el mapa; hoy está aquí, mañana allí o allá, y nadie se da cuenta. Durante muchos años estuvieron asentados en los Urales; un siglo en las orillas de Groenlandia, apenas un lustro en Villa Domínico.

Si uno se detiene a observar a un blogoslavo se dará cuenta de que no parece muy humano.
La aparición de los blogoslavos sirvió para dejar en paz a los asiáticos: mientras su inexistente tez amarilla es un invento orientalista, no lo son sus ojos rasgados (párpados cortos y veloces) que son el resultado de la adaptación al medio: los vientos feroces y el polvo de la estepa. Estas características hacían que desestabilizadores sociales y petardistas dijeran sin sustento alguno que los asiáticos no eran un raza humana sino extraterrena; precisamente de la luna.
Valga esta digresión para predicar de los blogoslavos un origen alienígeno.

Motivos sobran, a saber:

1. Parpadean muy rápido.
2. Su lengua es prácticamente intraducible.
3. No saben nadar.
4. Desconocen (o no les importa) la existencia de otros habitantes en la Tierra.
5. Su moneda es el chochi (CHI$ 1 = Eu 5, 24; en alza o estable, nunca en baja),
6. La exposición al sol los vuelve activos, vivaces y de un hermoso color verde (fotosíntesis).
7. Pueden sobrevivir largos períodos sin alimentos (ver 6.).
8. Dicen que vienen de las estrellas.
9. Veneran un gigantesco transatlántico con la proa enterrada a 10,000 m de altura en la cima del monte (…) (nombre censurado) que parece haber caído de punta del cielo. Lo llaman -algo así- "El gran Tereso".
10. Dicen que sus ancestros vinieron en ese barco o arca.

Sin duda alguna, la característica que deja al desnudo su indudable origen extraterrestre es la intraducibilidad de su lengua.

Se me enfría el Nesquick; volveremos con más noticias sobre Blogoslavia y sus misterios.
Hasta más ver.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No nos olvidemos del punto 11., que contrariamente a los pielesrrojas que temían que les robaran el alma al ser fotografiados, los blogoslavos suben fotos a la red como subnormales, una especie de masoquismo voluntario del tipo orwelliano, mostrándose en sus vestimentas típicas y bailecitos folklóricos con ritmos espásticos.

El Burgués Apóstata dijo...

oh!