10/9/08

Nymio


El día que nació el médico lo confundió con un coágulo y casi lo tira al tacho.
Cuando fue al kinder la madre se olvidaba de buscarlo todas las tardes.
En Navidad todos recibían regalos menos él.
El día de su cumpleaños (29 de febrero) era pasado por alto por todo el mundo.
Para sus vecinos, compañeros y maestros de escuela era difícil distinguirlo, les parecía una mancha borrosa que alcanzaba la pelota cuando se iba a la casa de al lado y que cumplía con sus tareas discretamente.
Todavía se preguntaba cómo hizo para convencer a una mujer de casarse con él.
Ella también.
Pasaba desapercibido en las fiestas, no salía en las fotos, le costaba encontrarse en el espejo y las puertas automáticas no lo detectaban.
Su único hijo creía que era huérfano de padre.
Nunca supo como consiguió el trabajo de cuidador de los cielos, acaso su única ocupación posible.
A veces se preguntaba atribulado si realmente existía.
En la película de su vida fue extra.
Murió antes de ayer.
De un rayo que le cayó encima mientras realizaba su trabajo.
Nadie lo lloró.
Aunque no salió en las necrológicas su paso por este mundo fue como leer el horóscopo para olvidarlo de inmediato al continuar con otra noticia.
Creemos que considerarlo noticia es demasiado, confundirlo con los invisibles (pobres) es injusto.
En el barrio el comentario de su deceso se intercaló apenas un par de veces en medio del debate sobre el empate de la selección de la semana pasada.
Su ausencia no dejó ningún vacío.
El rastro de la quemadura del rayo en medio de la plaza fue borrado por la lluvia de esta mañana.
En este instante -un modo de decir- su espíritu está atrapado en el limbo que hace poco prescribió y aunque pide ayuda a los gritos -realmente insignificantes- nadie lo oye.
Su dios está ocupado en otras cosas.
Desconocemos cómo llegamos a escribir tanto sobre él.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Soberbio BA!!!
Estoy con otra ideita en el marulo acerca de la (para mí) pelotudez esa del acelerador de partículas que han dado en llamar la máquina de Dios. Si sale algo te lo mando, si no te tiro la idea y encargate...¿te va?

El Burgués Apóstata dijo...

jajajajaja tufí
escritor por encargo!!!!

jatederomperlasbolas, abrí tu blog de una vez y vas a ver.

como me dijo melandri, abrí un blog y vas a ver (todavía no sé que voy a ver, pero mientras escribo)

algo oí de la máquina de dios, pero no sé bien que hace.
lava los platos y cocina?

Anónimo dijo...

...vas a ver cómo te piden que escribas lo que a los demás les da paja.

La máquina de dios, me hace recordar a la mala alumna de la novela de Caparrós, la diosa bola de grasa y un experimento que salió para el ojete. De ninguna manera es una pelotudez el acelerador de partículas, con pala la levantaron los contratistas y los científicos a cargo; y el negocio viene después de patentar los resultados del experimendo: la iglesia les va a tener que pagar derechos intelectuales cada vez que nombran a dios... negocios son negocios.

Anónimo dijo...

Estimado BA,

Apelo a su prodigiosa memoria. Mientras leia el relato, estaba seguro de haber conocido a Nymio, hasta vagamente creo recordar la atrasada noticia de su entierro. Pero no logro recordar quien fue.

Atte,

Il Conde Mascetti

El Burgués Apóstata dijo...

me alegra conde que leas mis textos hasta el final.

Anónimo dijo...

Estimado BA,

Me alegra que te alegre. Prometo que no va a volver a suceder.

Il Conde.