En la apacible ciudad de Hamburgo, en el norte de Alemania, las hamburguesas no son consideradas una comida de origen local, sino una moda procedente de los Estados Unidos y, por tal razón, son llamadas por su nombre en inglés: hamburger.
En realidad, el bife hecho con carne molida y huevo fue creado a comienzos del siglo XVIII por marineros alemanes, precisamente en el puerto de Hamburgo y, desde allí, los emigrantes que partieron dos siglos más tarde lo llevaron a los Estados Unidos, principalmente a Nueva York, donde surgió la costumbre de hacer con él un emparedado que se llamó hamburger en el Nuevo Mundo.
Y fue con este nombre que el antiguo bife de los marineros de Hamburgo volvió a Alemania, como un emigrante que retorna triunfalmente a su país natal con otro nombre y con nuevas ropas.
En los países anglohablantes, esta etimología fue desconocida durante mucho tiempo, pues se creía que la sílaba ham, que en inglés significa ‘jamón’, se refería a este producto porcino.
A pesar de que las hamburguesas no llevan jamón, esa creencia se vio favorecida por los nombres de otros emparedados semejantes que se difundieron desde los Estados Unidos, tales como el cheeseburger o el eggburger.
Fuente: La palabra del día
0 comentarios:
Publicar un comentario