Este mes estoy un poco temático con la máquina del tiempo.
Estuve pensando los posibles y poco oportunos destinos ante un desperfecto de la increíble máquina, y sería aparecer:
En la clase turista del Titanic.
En un tren con rumbo a Dachau o Auschwitz en 1940.
En cualquiera de los pisos superiores de las torres gemelas aquel 11 de septiembre.
En un vigilado comité clandestino y comunista durante 1978 en Argentina.
En Pompeya mientras un pompeyano señala con horror al Vesubio.
Al lado del estudiante chino que se paró delante del tanque durante la manifestación.
En cualquier reunión de gabinete de Menem.
En la playa a 20 metros del tsunami.
En Hiroshima mientras se puede ver sobrevolar el Enola Gay.
Recuerdo un episodio bíblico.
Jesús y sus apóstoles van por el camino a Jerusalén cuando Pedro le dice que tienen hambre. Jesús saca unos pesos y lo manda a comprar una docena de huevos. Al rato, vuelve Pedro preocupado porque no había sido suficiente para todos, habían quedado dos discípulos sin comer su huevo. Jesús, sorprendido le da unos pesos más para comprar los dos huevos faltantes.
Hacia la tarde se acerca Juan y pide al maestro que les consiga comida, pues ya tienen hambre de nuevo. Jesús le da más dinero para que compre una docena de facturas, que eso debería calmarles el hambre. Pero luego, Juan le informa que otra vez no fue suficiente. Jesús, ya bastante enojado, él no es millonario, lo que tiene lo da, pero no es ningún bobo, que alguien se queda con la comida de los demás, que no puede ser, que pónganse en fila todos los apóstoles y digan su nombre en voz alta.
Y comenzaron.
Juan
Pedro
Judas
Marcos
Mateo, y así hasta los doce.
Pero al lado del último apóstol había dos muchachos más, a los que Jesús, sorprendido les pregunta sus nombres.
Jelou, Somos Tony y Douglas del Túnel del Tiempo.
2 comentarios:
Qué buen post, justo hoy que acabo de terminar The time machine de H. G. Wells.
Está lleno de malos lugares (uy, y fijate que hablamos de lugares en lugar de tiempo, me viene a propósito del post mío del día de hoy) donde podríamos caer...
Pero me imagino algunos que me gustaría presenciar:
- El debut de The Beatles en The Cavern.
- La primera función de Romeo y Julieta con la Reina Isabel mirando.
- La primera proyección cinematográfica de los hnos. Lumiére.
- Una calle de Praga por donde justo esté transitando el joven Kafka (lástima que no podría ni saludarlo, porque no hablo su lengua).
- Una reunión de la Joven Argentina en la década de 1830.
lady marian, su optimismo femenino es conmovedor.
ya bergson (con acento en la o) había denunciado esa fea tendencia que tenemos, no solo nosotros sino también los científicos, de espacializar el tiempo, cuando el éste no es ni lineal ni circular.
muy pertinente su advertencia sobre los hopi.
¿está asistiendo ud al seminario de levinas-leonardi? allí se mencionaron los hopi y su concepción del teimpo...
Publicar un comentario