12/11/07
Última pagina del diario de mi abuelo, el explorador
"Cuando recibí el telegrama tomé el primer vuelo. Luego del intraducible viaje en un camión destartalado que se detuvo varias veces por recalentamiento llegué a Khorsabad, antiguamente llamada Dur Sharrukin. Dije su nombre en la recepción del hotel y me condujeron hasta su cuarto. Casi no hacía bulto bajo las sábanas, pero todavía respiraba. El ventilador de techo giraba tan despacio que las moscas tenían tiempo para saltar sobre las aspas. La mujer que le cambiaba los paños con agua y vinagre, al verme con su rostro velado, se levantó y desapareció tras la puerta. El que habría sido su asistente me reprochaba no sé qué en un inglés rudimentario. Me senté junto a él y contuve el aliento varias veces para evitar respirar el olor de las costras y llagas. Me miró y movió, no sin esfuerzo, sus ojos casi consumidos hacia una pequeña mesa. Sobre ella había un brazalete de oro asirio y una nota con escritura cuneiforme. Él abrió apenas la boca y torció la lengua, corrupta también, pero no pudo decir nada. Metí el brazalete en el bolsillo y traduje para mí:
"Si estás leyendo esta inscripción, es que has profanado mi tumba y mis tesoros. Aunque puedes irte ya no hay regreso. Luego de la agonía más dolorosa cruzarás el umbral y andarás desnudo y sin descanso por el desierto eterno que arde bajo el sol del mediodía, poseído por los espíritus del insomnio".
Tiré la nota en el cenicero del lobby del hotel y fui a reunir gente para la excavación."
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